¡Porque lo digo yo!

9 05 2007

porquelodigoyoTítulo original: Because I Said So.
Nacionalidad: USA.
Año: 2006.
Duración: 102 min.
Dirección: Michael Lehmann.
Guión: Karen Leigh Hopkins y Jessie Nelson.
Intérpretes: Diane Keaton (Daphne Wilder), Mandy Moore (Milly), Gabriel Macht (Johnny), Tom Everett Scott (Jason), Lauren Graham (Maggie), Piper Perabo (Mae), Stephen Collins (Joe), Ty Panitz (Lionel), Matt Champagne (Eli), Colin Ferguson (Derek), Tony Hale (Stuart).
Producción: Jessie Nelson y Paul Brooks.
Música: David Kitay.
Fotografía: Julio Macat.
Montaje: Paul Seydor y Troy Takaki.
Diseño de producción: Sharon Seymour.

Hacía tiempo que no sentía tantos deseos de que se acabase una peli. Concretamente, desde que tuve la brillante ocurrencia de tragarme Alone in the dark. Sin llegar a los extremos de los filmes de Uwe Boll, porque en esos no se salva ni el carpintero, no me cabe duda de que este ¡Porque lo digo yo! es la peor película que he visto en lo que va de año, y va a ser difícil que alguien le quite tan honroso puesto.

Daphne Wilder (Diane Keaton) es la típica madre sobreprotectora, que quiere controlar cada aspecto de la vida de sus tres hijas con el fin de que no les pase como a ella, y elijan el hombre correcto con quien compartir el resto de sus vidas. Puesto que Maggie (Lauren Graham) y Mae (Piper Perabo) ya han conocido a sus medias naranjas, sólo le queda Milly (Mandy Moore). Milly tiene problemas con los hombres, porque aunque es dulce, es muy insegura. Daphne, dispuesta a encontrarle a su hombre ideal, pone un anuncio en Internet, y descubre al candidato perfecto, Jason (Tom Everett Scott), aunque el guitarrista que toca en el local, Johnny (Gabriel Macht), también se interesará por Milly, a pesar de que Daphne haga todo lo posible por evitarlo.

Con la excepción del niño autista de Mercury Rising: al rojo vivo, dudo que en la pantalla haya existido un personaje más insoportable que el de Diane Keaton, que haría que el mismísimo Jar Jar Binks se ahorcase. Antes de cinco minutos, las ganas de estrangular a Daphne Wilder son ya irreprimibles, y eso que la cosa acaba de empezar. Diane Keaton parece haberse convertido en la Concha Velasco californiana, ya que parece que le resulta imposible sonreír sin enseñar las dos hileras dentales, lo que la convierte en la candidata ideal para un posible remake de Tiburón. Su interpretación, además, no es que sea sobreactuada, es que es desbocada: más que un director que la guiase, hubiera necesitado un médico que le suministrase barbitúricos. Su vestuario merece comentario aparte, ya que parece sacado de un mal viaje de Ágatha Ruiz de la Prada.

Para la parte que reza «comedia», no se han machacado mucho la sesera, no. Casi todas las escenas supuestamente graciosas consisten en que Diane Keaton lleve una tarta y alguien choque contra ella, o que haga auténticas barbaridades para comprobar cómo sale la cita de Milly, por ejemplo, conducir a lo loco por una autopista para seguir su coche. Lógico y normal, vamos. Como es lógico que tres mujeres discutan con su madre sobre prepucios, o que simulen un orgasmo para explicarle qué se siente. Mira que son liberales cuando quieren estos yanquis. Es más, cómo será el guión de original, que justo después de que Milly diga que no repite mucho la palabra «genial», sale en la siguiente escena diciéndolo cinco veces seguidas. Nadie se lo podría esperar.

La parte «romántica» es incluso peor: desde el principio ya nos dejan claro qué personaje atraerá más a Milly. Uno es un poco estiradillo y tiene mal pronto. El otro tiene un corazón de oro y jamás se enfada. ¿Adivinan cuál de los dos es el ricacho y cuál es el pobre? Por si no quedaba claro, los guionistas ofrecen otra sutil pista: en la casa de uno de ellos, los soufflés le quedan de muerte; en la otra, le salen aplastados. Poesía pura. En cuanto a la relación de Milly con los chicos, tampoco se profundiza demasiado, porque si no, Diane Keaton no podría hacer de loca tanto tiempo, claro.

Mandy Moore está resultona: es muy dulce, y no es la típica talla 34 hollywoodiense, así que cae bien a la primera. Lauren Graham tiene un par de frases, y Piper Perabo parece salir en un par de escenas, aunque por el tiempo que aparece en pantalla, no podría saber si es real o está hecha por ordenador.

Una bazofia completa. Un desastre total. Si ustedes pueden aguantarla, es que son unos extraaaaaaaaaaaaaaaaños.

Valoración: pésima.

Ficha en IMDB.

Web oficial.


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2 responses

13 11 2007
Crítico en Serie

El tercer párrafo, cuando hablas de Diane Keaton… inspiradísimo. No he visto Porque lo digo yo, pero sí que vi La Joya de la Familia donde es más de lo mismo.

Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien leyendo una crítica. Me ha recordado a los Mejores Tiempos de la Off Off Critica (destroyer, destroyer).

13 11 2007
Loberto

Por lo visto, la combinación «comedia romántica + Diane Keaton» sacó lo peor de mí… 😀

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