Jesucristo Superstar

1 06 2007

jesucristosuperstarTítulo original: Jesus Christ Superstar.
Nacionalidad: USA.
Año: 1973.
Duración: 108 min.
Dirección: Norman Jewison.
Guión: Norman Jewison y Melvyn Bragg; basado en el libreto de Tim Rice.
Intérpretes: Ted Neeley (Jesucristo), Carl Anderson (Judas Iscariote), Yvonne Elliman (María Magdalena), Barry Dennen (Poncio Pilatos), Bob Bingham (Caifás), Larry T. Marshall (Simón Zelote), Joshua Mostel (Rey Herodes), Kurt Yaghjian (Anás), Paul Thomas (Pedro).
Producción: Norman Jewison y Robert Stigwood.
Música: Andrew Lloyd Webber.
Fotografía: Douglas Slocombe.
Montaje: Antony Gibbs.
Diseño de producción: Richard MacDonald.

Para ser sincero, tengo que empezar diciendo que casi cualquiera que vea el calificativo de obra maestra se mesará las barbas, los cabellos, o ambos. Pero estamos ante, el que para mí es el MUSICAL, así, con mayúsculas. Existen muchos musicales fantásticos: Cabaret, West Side Story, My Fair Lady, Sonrisas y lágrimas, o, sin retroceder tanto en el tiempo, la espectacular Chicago. Pero creo que, por encima de todos ellos, está este Jesucristo Superstar.

No sólo hacer un musical sobre los años de predicación y muerte de Jesús de Nazaret es algo insólito, sino que además, hacerlo en plan ópera-rock tiene mucha miga, sobre todo, si vas a usar los textos bíblicos para hacer la letra. Pero claro, detrás de todo esto están dos británicos: sires, para más señas. Uno es un compositor llamado Andrew Lloyd Webber, que entre sus éxitos destacan cosillas como Evita, Cats o El Fantasma de la Ópera, por ejemplo. Ya ven, casi nada. Y el letrista es un señor llamado Tim Rice, que ha escrito los textos de canciones para los musicales de Broadway de La Bella y la Bestia, El rey león o Aida, además de Evita y el que nos ocupa.

Además, el reparto, que a pocos sonará (a no ser que alguien cuente en su videoteca con películas de Paul Thomas, que hace de Pedro, y que se dedicó posteriormente al porno), cuenta con algunas de las más prodigiosas voces que yo he tenido la fortuna de oír, como las de Ted Neeley, Carl Anderson (tristemente fallecido en 2004), o Yvonne Elliman, que son los protagonistas, aunque el resto no les va a la zaga.

Una de las curiosidades de la peli son sus anacronismos. La cosa empieza con un autobús lleno con los actores, que llegan a Israel a representar la vida de Jesús, así que lo primero que hacen es desempaquetar todo, y vestirse para la ocasión. De manera curiosa, añado, porque mezclan túnicas y sandalias con pantalones de campana y peinados a lo afro, en plan blaxploitation. Para que se hagan una idea de lo surrealista del tema, los soldados romanos llevan camisetas de tirantes y ametralladoras, y Judas tiene que escapar de tanques en una escena.

Pero no sólo la vestimenta y el atrezzo es peculiar, sino que Jesús es un alfeñique de metro sesenta y caucásico, bizco para más señas, mientras que Judas parece Shaft, y María Magdalena es hawaiana. Y respecto a los ángeles, bueno, decir que si tuviéramos la completa seguridad de que son así, más de uno ya estaría preparando la carta de despedida.

Pero por encima de todo, está la fuerza de números como I Don’t Know How to Love Him, The Last Supper, Superstar o el grandioso Gethsemane (I Only Want To Say), que sería capaz de conmover a Chuck Norris. Y es que hay que ser una estatua de hielo para no sentir un escalofrío cuando, en el momento de máxima duda de Jesús, nos colocan un montaje con imágenes terroríficas de pinturas sobre la crucifixión, con la orquesta sonando a todo trapo.

En fin, el musical más impresionante de todos los que he acertado a ver, aunque supongo que cada uno tendrá su opinión de él, perfectamente válida. Eso sí, al que no le guste, seguro que va al infierno.

Valoración: obra maestra.

Ficha en IMDB.





The Rocky Horror Picture Show

30 05 2007

therockyhorrorpictureshowTítulo original: The Rocky Horror Picture Show.
Nacionalidad: Reino Unido y USA.
Año: 1975.
Duración: 100 min.
Dirección: Jim Sharman.
Guión: Jim Sharman y Richard O’Brien; basado en la obra de teatro de Richard O’Brien.
Intérpretes: Tim Curry (doctor Frank-N-Furter), Susan Sarandon (Janet Weiss), Barry Bostwick (Brad Majors), Richard O’Brien (Riff Raff), Patricia Quinn (Magenta), Little Nell (Columbia), Jonathan Adams (doctor Everett Von Scott), Peter Hinwood (Rocky Horror), Meat Loaf (Eddie), Charles Gray (el criminólogo).
Producción: Michael White.
Música: Rolfe Kent.
Fotografía: Peter Suschitzky.
Montaje: Graeme Clifford.
Diseño de producción: Brian Thomson.
Dirección artística: Terry Ackland-Snow.

Se suele considerar The Rocky Horror Picture Show como la primera película de culto de la historia. Uno de los requisitos para serlo suele ser que la película sea un fracaso de taquilla, y así pasó con este musical, aunque en los pases de medianoche se convirtió en uno de los mayores éxitos de la historia, y se sigue proyectando en nuestros días.

La historia comienza con la boda de unos amigos de Brad Majors (Barry Bostwick) y Janet Weiss (Susan Sarandon), una pareja de prometidos, que al volver se pierden en una tormentosa noche, y buscan ayuda y refugio en un extraño castillo. Allí, el doctor Frank-N-Furter (Tim Curry) ha conseguido crear a un hombre especialmente guapo y musculoso, Rocky (Peter Hinwood), aunque no destaque precisamente por su inteligencia. Pronto, Brad y Janet descubrirán que el castillo alberga una fiesta de gente bastante extravagante, con unas costumbres sexuales chocantes para ellos.

No hay forma de predecir o incluso de explicar el porqué del éxito del musical compuesto por Richard O’Brien (que también actúa en la película). Viéndola fríamente, las interpretaciones son exageradas incluso para una obra de teatro, los personajes apenas están esbozados, y muchas de las cosas que ocurren son imposibles de entender incluso en la retorcida lógica de la película. A decir verdad, ni siquiera las canciones son nada del otro mundo, si bien se dejan oír.

Precisamente, quizás su falta de convencionalismos es lo que ha catapultado su fama: no sigue ningún patrón inteligible, y se limita a presentar una sucesión de canciones y de situaciones peculiares engarzadas con mayor o menor tino. Es de imaginar además, que muchos de los que hoy se conocen como frikis, encontraron un refugio al ver en pantalla unos personajes tan desenfrenados y extraños como ellos mismos. Evidentemente, por aquel entonces, Ronaldo no había nacido, y nadie estaba acostumbrado a lo que iban a ser sus cumpleaños.

Pero sobre todo, el gran éxito se debe al haber conseguido que la gente se reuna en cada proyección a cantar, hacer ruido, y recitar a voz en cuello las líneas de diálogo. Jamás Tim Curry volvería a estar tan desatado, y Susan Sarandon tan ingenua y sexy al mismo tiempo. Por encima de su calidad artística, The Rocky Horror Picture Show destaca por haber conseguido hacerse un hueco en el corazón de mucha gente, y como primera cult movie, hacer historia en el cine. ¿No es eso lo que se pretende en el fondo?

Valoración: regular.

Ficha en IMDB.

Web oficial.

Club de fans en España.





Dreamgirls

19 05 2007

dreamgirlsTítulo original: Dreamgirls.
Nacionalidad: USA.
Año: 2006.
Duración: 131 min.
Dirección: Bill Condon.
Guión: Bill Condon; basado en el libreto de Tom Eyen.
Intérpretes: Jamie Foxx (Curtis Taylor Jr.), Beyoncé Knowles (Deena Jones), Eddie Murphy (Jimmy «Trueno» Early), Danny Glover (Marty Madison), Jennifer Hudson (Effie White), Anika Noni Rose (Lorrell Robinson), Keith Robinson (C.C. White), Hinton Battle (Wayne), Sharon Leal (Michelle Morris).
Producción: Laurence Mark.
Música: Henry Krieger.
Fotografía: Tobias Schliessler.
Montaje: Virginia Katz.
Diseño de producción: John Myhre.

No quisiera hacer sangre comparando lo que es un musical hecho en Hollywood con lo que hacemos en esta patria nuestra, pero mientras nosotros cogemos a Guillermo Toledo y con tres gritos que suelta le cae una nominación a los Goya, allí pillan a Eddie Murphy y le convierten en una mezcla entre Otis Redding y James Brown. Vamos, igualito, igualito que aquí.

Dreamgirls cuenta la historia (ficticia) de las Dreamettes, un trío formado por Deena (Beyoncé Knowles), Lorrell (Anika Noni Rose) y la solista, Effie (Jennifer Hudson), con no pocas similitudes con The Supremes. En un concurso musical conocen a Curtis Taylor Jr. (Jamie Foxx), que las convierte en coristas de James “Trueno” Early (Eddie Murphy). Cuando Taylor decide lanzarlas en solitario como The Dreams, resuelve que la solista sea Deena, menos dotada vocalmente, pero es más maciza, y Effie acabará siendo apartada del grupo.

Como es lógico en una producción de este estilo, lo más cuidado de todo son los números musicales, donde vemos cantar y bailar a los actores. A Eddie Murphy le nominaron por ello, y a Jennifer Hudson, salida del American Idol, incluso le dieron el Oscar. Y me imagino que será por su espectacular voz, porque en cuanto a interpretación, si bien todos están correctos, la cosa no pasa de ahí, porque el guión jamás profundiza lo más mínimo en los personajes, que salen para decir un par de frases entre canción y canción.

Hablando de las canciones, las mejores son, sin duda, las que corresponden a las actuaciones musicales. ¿Ah, pero es que hay otras?, dirán ustedes. Pues sí, y son las que, al más puro estilo Disney, sirven para hacer avanzar la acción, si bien estas últimas son bastante más flojas, y no parecen casar tan bien con el estilo de la peli. Por cierto, justo es avisar que, a pesar de la época en la que se basan, no es el sonido Tamla-Motown, sino que hacen honor a su origen de musical de Broadway.

Otra pega del guión es el corte temporal que sucede a mitad de la película, en el que sólo nos vamos dando cuenta del tiempo que ha pasado porque los personajes cambian de peinado, y uno de ellos tiene una hija, mayor incluso que Melody (si bien, gracias al cielo, esta no canta). Eso sí, no se piensen que van a notar los estragos del envejecimiento en nadie que no sea Danny Glover (que ya no necesita mucho maquillaje para eso), pero sepan que han pasado 10 añitos bien a gusto.

Como en el cine, que no pasan 10 años, pero si pasan dos horas largas, largas, y que podrían haberse aligerado bastante en la sala de montaje, lo que haría que Dreamgirls no resultase cansada ya hacia la mitad del metraje. De todas formas, a Beyoncé la vemos casi a todas horas por la tele (ojo, esto no es una queja), y a Murphy le oiremos de nuevo cantar en la tercera parte del ogro verde, así que hubiera sido mejor retirarse a tiempo.

Valoración: regular.

Ficha en IMDB.

Web oficial en español.





Tú la letra, yo la música

24 04 2007

tuletrayomusicaTítulo original: Music and Lyrics.
Nacionalidad: USA.
Año: 2007.
Duración: 105 min.
Dirección: Marc Lawrence.
Guión: Marc Lawrence.
Intérpretes: Hugh Grant (Alex Fletcher), Drew Barrymore (Sophie Fisher), Brad Garrett (Chris Riley), Kristen Johnston (Rhonda), Campbell Scott (Sloan Cates), Haley Bennett (Cora Corman).
Producción: Martin Shafer y Liz Glotzer.
Música: Adam Schlesinger.
Fotografía: Xavier Perez Grobet.
Montaje: Susan E. Morse.
Diseño de producción: Jane Musky.

Hugh Grant pertenece a esa curiosa estirpe de actores que son capaces de ir labrándose su carrera a base de reciclar siempre al mismo personaje, aunque cambie de nombre en cada película. Casos similares pueden ser Bruce Willis o Sean Connery, por poner dos ejemplos. Tú la letra, yo la música, desde luego, no es la excepción.

En esta ocasión Hugh Grant se llama Alex Fletcher y resulta ser una ex-estrella del pop de los años 80, que actúa en ferias, parques o pequeñas convenciones. Pero su oportunidad llega con Cora Corman (Haley Bennett), la Britney Spears de turno que quiere que Alex componga una canción para su último disco. Como letrista es auténticamente nulo, pero resulta que la chica que riega sus plantas, Sophie Fisher (Drew Barrymore), parece tener un talento natural para escribir letras, aunque no se siente capacitada para hacerlo y Alex deberá convencerla como sea.

Está claro que el británico es la baza que juega la película, y no cabe duda que a sus fans les encantará. Caritas de niño bueno, leves tartamudeos, y una fina ironía muy “british” que destilan sus personajes le han valido a Grant el éxito y el beneplácito del público, así que, para qué cambiar lo que le funciona. Aquí encima canta, y no es que sea el nuevo Sinatra, pero se maneja con una cierta dignidad. Lo de sus meneos es ya otro tema, y supongo que nadie le llamará para la versión británica del Mira quién baila.

Drew Barrymore se limita a parlotear y a poner cara de ser una angustias, para que se vea que la pobre tiene un pasado difícil. Desde luego, Kristen Johnston (la recordarán de la divertida serie Cosas de marcianos), que hace de su hermana Rhonda, tiene bastante más vis cómica que ella.

Lo curioso del tema es que, cuando parece alejarse del típico “chico conoce chica”, “chico cabrea a chica”, y “chico hace algo genial para que chica no se acuerde de lo imbécil que es”, ahí se cae de lleno, pero como se han tirado cerca de una hora para componer la dichosa canción, luego tiene que resolverse el embrollo a toda velocidad. Sin embargo, no lo suficientemente rápido como para evitarnos varias actuaciones de Grant (con golpes de cadera incluidos) que nos meten para que veamos lo esforzado que es el hombre, aunque para mí que para Eurovisión ya no llega. Además, tampoco se aprovecha para ironizar de verdad sobre el mundo de la música, o para incluir alguna referencia que los aficionados a los 80 (aquí me incluyo) agradecerían, más que las veladas referencias a Wham! o a otros mitos de la época.

Otro detalle que llama la atención es el poco cuidado que han tenido con la continuidad. Según la toma, aparecen y desaparecen mágicamente latas, botellas, anillos, cajas… incluso paquetes de Doritos. Más que una comedia, parece Poltergeist, y no sería de extrañar que Iker Jiménez quisiese dirigir la secuela.

En resumidas cuentas, no deja de ser otra comedia romántica más de Hugh Grant, cortada por el mismo patrón que casi todas sus otras comedias románticas, aunque para esta haya tenido que practicar un rato en el Singstar.

Valoración: regular.

Ficha en IMDB.

Web oficial en español.