The Darwin Awards: Muertes de risa

25 04 2007

darwinawardsTítulo original: The Darwin Awards.
Nacionalidad: USA.
Año: 2006.
Duración: 93 min.
Dirección: Finn Taylor.
Guión: Finn Taylor.
Intérpretes: Joseph Fiennes (Michael Burrows), Winona Ryder (Siri Taylor), David Arquette (Harvey Whetstone), Chris Penn (Tom Sparrow), Max Perlich (Bob), Brad Hunt (Stan), Tim Blake Nelson (Perp), Richmond Arquette (Sr. Pearlman), Julianna Margulies (Carla), Tom Hollander (Henry), Juliette Lewis (Joleen Whetstone), Nora Dunn (Sra. Pearlman), Lukas Haas (Farley).
Producción: Jane Sindell, Johnny Wow y Jason Blum.
Música: David Kitay.
Fotografía: Hiro Narita.
Montaje: Rick LeCompte.
Diseño de producción: Peter Jamison.

¿Saben ustedes qué es eso de los Darwin Awards? Pues, en pocas palabras, son premios que se conceden a aquellos individuos que tienen muertes o accidentes tan estúpidos, que se considera que están haciéndole un favor a la evolución autoeliminándose ellos mismos, ya que así sus genes no se transmitirán a siguientes generaciones.

Es difícil llegar a hacerse una idea de la estulticia que es necesario alcanzar para poder ser premiado con estos galardones. Por ejemplo, en la película se habla de un hombre con un estupendo despacho en un rascacielos que aseguraba a sus amigos que los cristales de las ventanas eran irrompibles. Y para demostrarlo, se lanzó contra ellos. ¿Se imaginan lo que le pasó? Otro de los nominados (este no sale en la película) fue un granjero polaco que, en una apuesta para dirimir quién era más hombre, se cortó su propia cabeza con una motosierra.

¿Y de qué va la peli entonces? Pues de que Michael Burrows (Joseph Fiennes) es un criminalista obsesionado con estos premios, ya que se dedica a elaborar perfiles psicológicos de los delincuentes. Su problema es que a pesar de su perspicacia, tiene hematofobia, y se desmaya viendo sangre, lo que hará que pierda su empleo. Así que decide probar sus teorías en una compañía de seguros a la que promete ahorrarle varios millones investigando estos accidentes extraños, y en la que tendrá como compañera a Siri Taylor (Winona Ryder).

Lo más llamativo del asunto sin duda son las recreaciones de algunos accidentes, pero al menos el guionista y director Finn Taylor podría haberse molestado en engarzarlos dentro de una trama mínimamente interesante. Simplemente los personajes van pasando de caso en caso sin que en ningún momento llegue a haber un verdadero hilo conductor. Los protagonistas tienen la profundidad de un charco, y tanto diálogos como gags tienen la misma gracia o menos que una tormenta de arena. Aún así, Joseph Fiennes tiene la asombrosa capacidad de hacerlo todavía peor, y Winona… bueno, que yo creo que a día de hoy sigue sin saber de qué va su personaje. Y casi es mejor que permanezca en la ignorancia.

Por lo demás, la historia de amor no es que sea ramplona, es que es absurda: sin saber muy bien cómo, de repente se enamoran, y él pasa de ser apocado y cobardón a un vivalavirgen, mientras que ella pasa de ser una fría máquina eficiente a la chica que conoce el significado del amor. Y todo esto con un omnipresente secundario que está rodando un documental (el director lo muestra de forma sutilísima pintando un encuadre sobre la pantalla, ¡chúpate esa, Welles!).

Quizá alguien se entretenga contemplando las absurdas muertes (yo creo que es casi mejor evitarse el trago de ver la peli e ir a la página web) o con la pléyade de famosetes que aparecen (incluyendo a los Cazadores de mitos y a Metallica, que como actores no lo hacen mucho peor que Fiennes). Pero lo cierto es que poca gente le podrá encontrar interés a semejante bodrio, a riesgo de convertirse en uno de los próximos nominados.

Valoración: pésima.

Ficha en IMDB.

Web oficial.





Tú la letra, yo la música

24 04 2007

tuletrayomusicaTítulo original: Music and Lyrics.
Nacionalidad: USA.
Año: 2007.
Duración: 105 min.
Dirección: Marc Lawrence.
Guión: Marc Lawrence.
Intérpretes: Hugh Grant (Alex Fletcher), Drew Barrymore (Sophie Fisher), Brad Garrett (Chris Riley), Kristen Johnston (Rhonda), Campbell Scott (Sloan Cates), Haley Bennett (Cora Corman).
Producción: Martin Shafer y Liz Glotzer.
Música: Adam Schlesinger.
Fotografía: Xavier Perez Grobet.
Montaje: Susan E. Morse.
Diseño de producción: Jane Musky.

Hugh Grant pertenece a esa curiosa estirpe de actores que son capaces de ir labrándose su carrera a base de reciclar siempre al mismo personaje, aunque cambie de nombre en cada película. Casos similares pueden ser Bruce Willis o Sean Connery, por poner dos ejemplos. Tú la letra, yo la música, desde luego, no es la excepción.

En esta ocasión Hugh Grant se llama Alex Fletcher y resulta ser una ex-estrella del pop de los años 80, que actúa en ferias, parques o pequeñas convenciones. Pero su oportunidad llega con Cora Corman (Haley Bennett), la Britney Spears de turno que quiere que Alex componga una canción para su último disco. Como letrista es auténticamente nulo, pero resulta que la chica que riega sus plantas, Sophie Fisher (Drew Barrymore), parece tener un talento natural para escribir letras, aunque no se siente capacitada para hacerlo y Alex deberá convencerla como sea.

Está claro que el británico es la baza que juega la película, y no cabe duda que a sus fans les encantará. Caritas de niño bueno, leves tartamudeos, y una fina ironía muy “british” que destilan sus personajes le han valido a Grant el éxito y el beneplácito del público, así que, para qué cambiar lo que le funciona. Aquí encima canta, y no es que sea el nuevo Sinatra, pero se maneja con una cierta dignidad. Lo de sus meneos es ya otro tema, y supongo que nadie le llamará para la versión británica del Mira quién baila.

Drew Barrymore se limita a parlotear y a poner cara de ser una angustias, para que se vea que la pobre tiene un pasado difícil. Desde luego, Kristen Johnston (la recordarán de la divertida serie Cosas de marcianos), que hace de su hermana Rhonda, tiene bastante más vis cómica que ella.

Lo curioso del tema es que, cuando parece alejarse del típico “chico conoce chica”, “chico cabrea a chica”, y “chico hace algo genial para que chica no se acuerde de lo imbécil que es”, ahí se cae de lleno, pero como se han tirado cerca de una hora para componer la dichosa canción, luego tiene que resolverse el embrollo a toda velocidad. Sin embargo, no lo suficientemente rápido como para evitarnos varias actuaciones de Grant (con golpes de cadera incluidos) que nos meten para que veamos lo esforzado que es el hombre, aunque para mí que para Eurovisión ya no llega. Además, tampoco se aprovecha para ironizar de verdad sobre el mundo de la música, o para incluir alguna referencia que los aficionados a los 80 (aquí me incluyo) agradecerían, más que las veladas referencias a Wham! o a otros mitos de la época.

Otro detalle que llama la atención es el poco cuidado que han tenido con la continuidad. Según la toma, aparecen y desaparecen mágicamente latas, botellas, anillos, cajas… incluso paquetes de Doritos. Más que una comedia, parece Poltergeist, y no sería de extrañar que Iker Jiménez quisiese dirigir la secuela.

En resumidas cuentas, no deja de ser otra comedia romántica más de Hugh Grant, cortada por el mismo patrón que casi todas sus otras comedias románticas, aunque para esta haya tenido que practicar un rato en el Singstar.

Valoración: regular.

Ficha en IMDB.

Web oficial en español.